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Dr. Dragg asked in Ciencias socialesEconomía · 1 decade ago

Bibliografía para conocer la influencia del FMI en las políticas económicas de México.?

Estoy haciendo un trbajo de investigación, pero hay muy poco material al respecto, por favor sugieranme algunos.

2 Answers

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  • Zarina
    Lv 6
    1 decade ago
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    Cuando el presidente Fox dijo que México había abandonado el camino de la economía neoliberal, algunos ceños se pusieron duros en el número 900 de la calle 19 NW de Washington, sede de las oficinas centrales del Fondo Monetario Internacional. De hecho, México está atado a las doctrinas de política económica del FMI.

    Lo que en el pasado eran cartas anuales de intención en las que el gobernador del Banco de México y el secretario de Hacienda de México se comprometían a cumplir con la condicionalidad del FMI a cambio de líneas de crédito para atender crisis en tipo de cambio y, consecuentemente, en balanza de pagos. Hoy esas cartas se han sustituido por las supervisiones directas del FMI en cumplimiento con el Artículo IV del convenio constitutivo del FMI.

    A partir de los dictados de ese Artículo IV, el FMI aprueba la política económica de México en función de criterios establecidos como condicionalidad. Las obligaciones son cuatro:

    1.- "Orientar sus políticas económicas y financieras hacia el objetivo de estimular un crecimiento económico ordenado y con razonable estabilidad de precios". Es decir, el PIB estará condicionado a inflaciones bajas.

    2.- "Acrecentar la estabilidad fomentando condiciones fundamentales y ordenadas, tanto económicas como financieras, y un sistema monetario que no tienda a producir perturbaciones erráticas". Es decir, tipo de cambio estabilizador.

    3.- "Evitar manipular los tipos de cambio para impedir el ajuste de la balanza de pagos u obtener ventajas competitivas desleales". Es decir, tipo de cambio condicionado a la globalización comercial.

    4.- "Políticas cambiarias compatibles con las obligaciones a que se refiera esta sección". Es decir, tipo de cambio condicionado a la estabilidad y el pago de los intereses de la deuda externa.

    El objetivo primordial del FMI y de las políticas económicas impuestas es el de "la estabilidad económica y financiera", no el desarrollo social y equitativo o el del reparto justo de la riqueza. Por eso el gobierno de Fox, con los neoliberales que diseñan y conducen la política económica y que vienen desde los años de Miguel de la Madrid, no puede utilizar el crecimiento económico con inflación, deterioro de la balanza de pagos, inestabilidad cambiaria. Cada vez que el presidente Fox señala que el objetivo mexicano es la estabilidad económica y financiera, está simplemente ajustándose a los dictados e instrucciones del FMI.

    La condicionalidad de política económica del FMI es realmente una política de ocupación de un organismo supranacional sobre un país. Desde 1976, México ha quedado atado a la política económica fondomonetarista porque el FMI impone la condicionalidad a la hora de solicitar un crédito de emergencia --como ocurre con la crisis de Argentina-- o al pedirle al Fondo un aval para créditos específicos con el Banco Mundial. En su reporte sobre "política de crédito y de condicionalidad", el informe 2002 del FMI señala la interrelación de condicionalidades entre el FMI y el BM.

    De ahí que en su último reporte de agosto del 2001 del representante de México en el FMI, Mario Beauregard, haya hecho énfasis en las reformas estructurales del gobierno foxista como continuidad de las de los gobiernos salinista y zedillista. Dice elk reporte: "la administración entrante reconoce la importancia de promover las reformas estructurales para consolidar los avances macroeconómicos de México y para reforzar su potencial de crecimiento económico".

    Por tanto, la política económica de México está impuesta por el FMI. Lo dice el informe del FMI: "el examen (supervisión) tiene por objeto garantizar que la condicionalidad implícita en los programas respaldados por el FMI se diseñe y se aplique de modo que refuerce la identificación de los países con los programas de reforma econópmica y favorezca la aplicación sostenida de los mismos".

    De ahí que las reformas estructurales impulsadas por Fox sean parte de la estrategia mimética de México con el FMI. Lo malo es cuando los gobiernos mexicanos insisten en darle nacionalidad local a doctrinas económicas que fueron diseñadas no para atender las necesidades sociales de una nación, sino responder a la estabilidad del sistema financiero, económico y de mercado de las grandes economías capialistas.

    LA CRISIS, ADVERTIDA

    Cuando Carlos Salinas asumió el poder, una de sus decisiones clave fue evitar que le hicieran a él lo que él hizo en el gobierno de López Portillo como secretario técnico del gabinete económico y luego como secretario de Programación y Presupuesto del gobierno de De la Madrid: la manipulación de las estadísticas. Así, la información económica se convirtió en más importante que los reportes del espionaje político del Cisen.

    Fox acaba de ser chamaqueado con la información económica. Primero el Inegi lo lanza a la búsqueda de votos con cifras manipuladas de disminución de la pobreza y luego el mismo Inegi lo sorprende con las cifras de aumento del desempleo. Sin embargo, la tendencia de la crisis económica se percibió desde principios del año pasado pero Fox y su gabinete económico no quisieron reconocer la gravedad de la situación y por tanto no diseñaron estrategias coyunturales para atenuar los chicotazos de la desaceleración.

    En su reporte de agosto del 2001, los técnicos del FMI dieron la primera señal de alerta de que la tendencia de la economía mexicana era negativa. "Desfallecimiento" de la economía, afirmó el reporte. La tasa de PIB del 2001 fue de 0 por ciento, luego del 7 por ciento del 2000. Mal empezaba el nuevo gobierno, luego del crecimiento artificialmente estimulado por Zedillo en el 2000 para ayudarle al PRI con crecimiento económico a la hora de las votaciones.

    En el 2002 las cosas no mejoraron. Del 0 por ciento del 2001 se pasó a una tasa de apenas 1.7 por ciento en el 2002. El ritmo, pues, no mejoraba. Y en el 2003 el PIB podría ser igual al del 2002 o incluso menor. Y si los indicios de la caída del PIB se percibieron desde julio del año pasado, Fox se tardó un año en entender los signos de la crisis económica pero cuando ya no podía hacerse nada.

    La pasividad económica de Fox y de su gabinete económico se ha convertido en un factor adicional de incertidumbre de los agentes económicos y productivos. En su reporte de enero del 2003, la encuesta sobre expectativas de especialistas económicas del sector privado que levanta el Banco de México también había prendido los focos rojos en materia de crecimiento económico y empleo. Para el 2003 esperaban 430 mil nuevos empleos en el sector formal y más de 600 mil para el 2004.

    En su reporte de junio, el pesimismo aumentó: sólo se crearán 245 mil nuevos empleos en el sector formal en este 2003 y apenas 482 mil estimados para el 2004. El PIB bajó a 2.4 por ciento, aunque un mes y medio después el Banxico lo colocó en 2 por ciento, lo que habla de una desaceleración demasiado rápida.

    Aunque los economistas oficiales acreditan la crisis a factores externos, el reporte de expectativas del Banxico revela que los principales factores son internos, De los cinco factores, el primero fue, ciertamente, la desaceleración externa. Pero los otros cuatro tienen raíces locales y revelan problemas acreditados a la conducción gubernamental: ausencia de cambios estructurales, debilidad del mercado interno, incertidumbre acerca de la situación económica interna e incertidumbre política interna.

    Así, la crisis del empleo era previsible desde principios de año porque inclusive en el escenario más optimista apenas se iban a crear 430 mil empleos, contra el millón 100 mil de ingreso por primera vez de mexicanos al mercado de trabajo. La expectativa económica de responder apenas al 40 por ciento de la nueva demanda de empleo --sin atender al millón 100 mil no creado en el 2001 y a los 600 mil del 2003 y a los 6000 del 2003-- debieron de haber prendido con anticipación los focos rojos.

    Pero no. Fox no le ha dado a la información económica su valor estratégico. Por eso las cifras de pronto lo sorprenden y lo deprimen. Hasta que la crisis económica se convierta en crisis política y de gobernabilidad.

    FOX, IGUAL QUE CSG Y EZ

    El problema de Fox es que carece de una política económica propia. Y no sólo se trata de la que impone la condicionalidad del FMI y el BM, sino porque mantiene la continuidad de los diseñadores de la política económica del ciclo neoliberal De la Madrid-Salinas-Zedillo y sobre todo ha asumido los objetivos de la política económica conservadora, estabilizadora y privatizadora.

    Luego del tropiezo con el empleo y en el escenario del anuncio del Banxico de que el PIB del 2003 no iba a ser del 3 por ciento establecido en los Criterios Generales de Política Económica, el presidente Fox dijo ante pilotos aviadores que los objetivos de su gobierno eran "proteger el empleo, mejorar el poder adquisitivo y generar empleos adicionales".

    Ninguno de los tres se va a cumplir: la protección del empleo implica políticas costosas de seguridad social, el mejoramiento del poder adquisitivo no se agota en bajar la inflación sino en aumentar las posibilidades de compra de una canasta básica amplia y la generación de empleos adicionales depende del crecimiento económico.

    Por lo demás, los objetivos foxistas son los mismos de los gobiernos de Salinas y Zedillo. En enero de 1999, Zedillo presentó --a través del oficial mayor de Hacienda, Javier Treviño-- "las directrices de la política económica de Estado". Ahí, el gobierno zedillista estableció el criterio de que las metas del modelo económico estabilizador --atado a las doctrinas del FMI-- eran tres: crecer sostenidamente, crear empleos que necesitan los mexicanos y abatir la pobreza extrema, exactamente los mismos del gobierno panista de Fox.

    Para lograr esos objetivos, la estrategia de los gobiernos de Salinas y Zedillo operó sobre seis variables: la estabilidad macroeconómica, el incremento del ahorro interno, la reforma estructural, el fortalecimiento del federalismo, el abatimiento de la pobreza extrema y el aprovechamiento de las oportunidades internacionales.

    La estrategia de Fox es de continuidad: el control salarial, el manejo de la política cambiaria y la manipulación del crecimiento definen la estabilidad. La reforma estructural del salinismo-zedillismo ha sido mantenida por Fox: las reformas fiscal y energética y las privatizaciones, con el mercado como el eje de la actividad económica. Inclusive la reforma eléctrica de Fox es la misma que no pudo aprobar Zedillo. El federalismo y el objetivo de bajar la pobreza extrema no varía del periodo Salinas-Zedillo al de Fox.

    Y la globalización como parte esencial de la economía de mercado y la integración asimétrica de sistemas productivos tampoco ha cambiado de las intenciones de Salinas y Zedillo a las planteadas por Fox. Inclusive, Fox va un poco más allá de Salinas y Zedillo pero manteniendo los enfoques de disminución del papel del Estado en la economía productiva.

    Las justificaciones del neoliberalismo también son parecidas. Fox habla de una "economía humanista" pero el zedillismo decía en 1999 que "la estabilidad macroeconómica no es un fin en sí mismo", aunque ambos han sido capaces de sacrificar inversiones para no aumentar las presiones inflacionarias y de controlar salarios para no aumentar la inflación o dejar caer el PIB para distensionar el sobrecalentamiento de la economía.

    La clave de la estabilidad macroeconómica ha sido igual con Salinas-Zedillo y con Fox: disciplina fiscal, metas inflacionarias decrecientes y estricto control presupuestal. Así, la meta de estabilidad macroeconómica se ha logrado a costa de sacrificios sociales que han aumentado la pobreza y la desigualdad social.

    Lo malo fue que Fox dijo en campaña que iba a cambiar la política económica neoliberal y no ha hecho más que reforzarla. Con ello, el discurso del populismo --que igual genera crisis y deterioro social-- ha comenzado a levantarse de su tumba. La culpa del regreso del populismo fue de Fox, quien tenía la obligación política de encontrar la tercera vía entre el neoliberalismo y el neopopulismo.

  • 1 decade ago

    Puedes ingresar a: www.elcato.org

    Alli hay muy buena información. Si te sirve espero me des los 10 puntos.

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