¿sabes reconocer cuando te equivocás, o sos de los que les cuesta?

al igual q tu, con la madurez he aprendido a reconocer mis errores, y a sacarles provecho también, y lo mas importante es reconocerlos ante los hijos, x q ese es el ejemplo mas claro q les podemos dar.

yo soy de los k dificilmente lo acepta al menos k me lo demuestren, pero cuando lo hacen me disculpo y lo reparo

Querida Lore!

Siempre he dicho que errar es de humano, rectificar de Reyes y perdonar de Dioses...esté refrán me ha acompañado desde hace tiempo..a mi no me cuesta reconocer mis errores y pedir disculpa, se vive mejor así, se siente uno más sincero..

Besos.

Lore, amiga, la respuesta mejor la das tú misma, el reconocer nuestros errores es analizarnos desde el corazón, es vivir permanentemente nuestra realidad vista con la lupa del amor y el respeto con nosotros y con los demás. Yo siento al corazón sincero como quien concurre a la escuela sabia de la vida, allí aprendemos a extraer de errores y defectos la esencia misma de lo mejor de cada uno y actuamos en consecuencia;cuando reconozco mi error y lo declaro ante quien sin querer pude haber molestado es porque encontré lo mejor de mí.Por lo tanto, reconocer con amor mis errores, es aprender a vivir y aceptar las herramientas que Dios pone en mi camino para que mi hacer cotidiano sea mi mejor obra. Con cariño...Miki.-

trato de que sea asi

siempre.. cuando me equivoco lo reconosco..

soy decer en todas las discuciones.. no me gusta levantar la vos..

supongo q los errores sierven para aprender no?

o para superarnos.. nadie es perfecto

un beso

Pues mira Lore, cuando me hacen ver un error, generalmente no lo vuelven a hacer porque terminan en emergencias médicas. ¡Jajajajaja!

¡Cuesta! ¡Cuesta reconocerlo, qué caray! Perooooooo, ¡Ni modo! Hay que saberlo hacer y si es necesario...ofrecer una disculpa de corazón.

¡Saludos!

Yo pido disculpas, al toque ,ni bien me doy cuenta que me fui de mambo, o me descolgue mal !!

Todos cuando éramos niños éramos muy tercos, y a medida que uno va creciendo y madurando (que no siempre se es maduro cuando uno crece) va aprendiendo a admitir sus errores. Aquel que de grande aún no admite sus errores o le cuesta, es que le falta madurar. Aún así yo creo que todos tenemos algo de intransigentes y todo ser humano pasará por eso.

Hay que tener en cuenta de que todos podemos equivocarnos y que rectificar es de sabios.

Querida amiga, en el transcurso de mis 50 años he ido aprendiendo a reconocer mis errores y a disculparme cuando los cometo. Al principio me costaba trabajo pues era soberbia, pero la vida me hizo humilde y sencilla y hoy en día puedo pedir disculpas sin ningún problema.

Un beso enorme