¿Por fin. Era un arcángel o era un vampiro. Qué cosa era?

“-Durante los últimos 7000 años -declaré azorado y en silencio para mis adentros y para sus exaltados sentidos- nuestros encuentros han ido menguando. ¿Verdad?-

No levantó el mentón pero arqueó sus definidas y alineadas cejas para taladrarme el espíritu con un ligero entrecierre de sus ojos y asintió. –Sí-

Pero ahora mi espíritu estaba fortalecido. Ya no sentía pavor alguno ante el portento de su presencia. También entrecerré mis párpados. Arqueé mis cejas. Confronté su espíritu y su mirada y sentencié: -Ahora te recuerdo. Sé que me extrañaste y sé que te extrañé-

Aquello de los miles de años, lo mencionó, por voluntad propia, uno de esos silencios cortos y la mirada de luenga añoranza que ahora, según Hush, podía yo exhibir.

Te recuerdo ahora y recuerdo –lo dije constriñendo el torso por un ligero dolor en las entrañas- a mis hermanos ¿arcángeles? Algo me dice que vimos, que vivimos y sentimos en la esencia propia, las etapas del nacimiento del albedrio y de la mayor tiniebla. Viene a mi memoria la madre batalla contra los astros y las jerarquías menores. Recuerdo la discusión de los hermanos pilares del universo con la mismísima fuerza Procreadora por el acoso de la luz y la imposición de la frontera en el santuario primigenio de la Nada.

(Estaba comprobando que el flujo interminable de ideas rememoradas, podía organizarlas y exponerlas en un dialogo constante de pensamientos con Hush. Pero yo mismo escuchaba mis silenciosos argumentos de reflexión y no daba crédito a lo que iba señalando. Yo, conocía el principio de las cosas y era… otro ángel más?)

No era el término correcto para referirnos a los cuerpos etéreos que la fuerza Original nos concedió- dijo Hush al integrar a su mente mi interrogante-

-Y continúo. - Nos llamábamos aviadores o navegantes nocturnos. Hermanos de la Obscuridad. Imperios del aire. Señores de la noche. A veces las huestes minúsculas nos decían Vampiros, Arcángeles, Tronos y no sé cuántas cosas más. Yo siempre preferí el trato que Gabriel y Luzbel tenían. Teníamos; nos decíamos Hermanos. Y por cierto, me gustaba tu añejo nombre Dave, me gustaba llamarte Azael-.

Tres segundos pasaron y respondí:

-Te recuerdo… y también me deleitaba en tu nombre… Yoshuael. Primogénito de la Fuerza. Heredero de la nada. Te recuerdo Hermano Hush, tú eres Yoshuael, mi protector.-

(-Dije… mi protector?-)

(Qué pasa, de qué demonios estoy hablando ahora?)

Hush, extendió una mano y tocó mi hombro.

En ese instante sentí una fuerza inverosímil que me envolvía, que cerraba mis ojos y me arrastraba, junto a Hush, al espacio infinito de la noche en Tecámac, en una vorágine de voces e imágenes que de manera increíble asimilaba, como si pasaran en cámara lenta ante mis ojos.

Ahí estaban mis hermanos de la oscuridad y ahora lo recuerdo todo…”

Continuará…

Salud y ciao.

Pd. Esta es la 4ta. parte y es medio caótica. Las que siguen tendrán mucha más acción. Os lo juro, os lo prometo, Oslo Noruega.