¿Brad Will?

Sólo cuando has amado puedes conocer el dolor de quien pierde a un ser amado.

El rostro de los padres de Brad, refleja ese dolor profundo que conmina a la solidaridad y al mismo tiempo al repudio de los criminales que acabaron con su vida, y que son los mismos criminales que se aprovechan de la ignorancia y la pobreza de la gente de Oaxaca, criminales que se escudan detrás del poder político o detrás de las necesidades sociales para regordearse entre las migajas de una efímera ganancia económica.

La muerte de Brad, como la de quienes perdieron la vida en ese movimiento estúpido e inútil que retarda aún más el progreso en Oaxaca, nos advierte que la violencia nunca germina.

Como en el crimen no hay ética, bastará con ofrecer recompensas a quienes aporten datos precisos y verdaderos para dar con los asesinos de las víctimas.

Yo repudio la violencia, ¿y tú?